CARMEN Y LOLA - La ópera prima de Arantxa Echevarría, la primera directora española seleccionada por Quincena de Realizadores del Festival de Cannes


CARMEN Y LOLA, ópera prima de la directora Arantxa Echevarría, se estrenará en la Quincena de Realizadores de Cannes el próximo mes de mayo. Esta historia de amor entre dos jóvenes gitanas ha convertido a su directora en la primera realizadora española seleccionada por la Quinzaine des Réalisateurs del Festival de Cannes.

Carmen es una adolescente gitana que vive en el extrarradio de Madrid. Como cualquier otra gitana, está destinada a vivir una vida que se repite generación tras generación: casarse y criar a tantos niños como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común que sueña con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y es diferente. Carmen desarrolla rápidamente una complicidad con Lola y descubre un mundo que, inevitablemente, las lleva a ser rechazadas por sus familias.

CARMEN Y LOLA - pelicula de Arantxa Echevarría - cartel
Una noticia proveniente de Granada en el año 2009 llamó la atención de su directora Arantxa Echevarría. La primera pareja de mujeres gitanas que se casaban en España. El matrimonio entre parejas del mismo sexo era legal desde el 2005, habían esperado 4 años para decidirse a dar el paso. Eso sí, el reportaje del periódico usaba nombres ficticios: Rosario y Sara; también pidieron que sus rostros no fueran fotografiados. Hay vidas que son como un combate de boxeo. Rosario y Sara se vieron forzadas a subir al cuadrilátero de los prejuicios y los tabúes. Eran rechazadas por su entorno, por su familia y por la sociedad gitana. Pero aun así, decidieron casarse y salir en los medios, sin dar la cara, eso sí, pero dando su voz a un colectivo desamparado. “Ser mujer sigue siendo una tarea difícil. Ser mujer y gitana, lleva acompañado toda una cultura de siglos de patriarcado y machismo. Ser mujer, gitana y lesbiana, es directamente no existir.”

Las mujeres gitanas “no han estado en un armario, sino en una caja fuerte“. Las mujeres que manifiestan abiertamente su sexualidad y quieren vivir como lesbianas, se tienen que ir lejos del mundo gitano, porque sienten que arremeten contra el legado de la cultura y la familia, contra su propia madre, que la ha educado para ser perfecta esposa y madre a su vez. Muchas han dejado jóvenes el colegio, no tienen formación, no van a encontrar trabajo fuera de su entorno porque, por regla general, los payos no contratan a gitanas. Entonces, ¿cómo no van a llevar oculta la condición sexual?

Al ser mujer, la directora cree que tiene una forma diferente de mirar el mundo, de observar la realidad e incluso de narrarla. Al ser mujer y directora, Arantxa Echevarría, se ha sentido obligada por cuestiones morales a dar voz a aquellos que no la tienen. El cine, se ha convertido en su altavoz ante ciertas causas que cree que se deben mostrar.


Algo importante para Arantxa Echevarría como directora es revitalizar formas clásicas con actitudes modernas. Le parecía natural seguir la estela de los hermanos Dardenne en las ganas de retratar sin manipular la realidad, como en “Rosetta” o “El hijo”, o la valentía narrativa de “Dheepan” de Jacques Audiard. La directora debutante quería tener una equidistancia para que nunca seamos capaces de condenar a ninguno de los personajes. Precisamente por eso su posicionamiento quería que fuera respetuoso y pudoroso siempre que hablara de la cultura gitana. Esa distancia no es meramente la de la cámara sino la de la construcción narrativa: saber encontrar la intensidad social en los gestos de un personaje y ver la miseria de la experiencia de la exclusión en los objetos. Ver el mundo en los detalles de la gente y ver a la gente en los objetos que pueblan el mundo.

Ver y no ver como un arte del parpadeo. La directora deseaba que la cámara viera sin enjuiciar, al mismo tiempo que lo que vemos nos pone en el terrible brete de tomar partido: no hay manera de ser neutrales. Porque cuando la historia de amor comenzó a tomar forma, la propia directora tomó partido. Lola ve el mundo a través del amor que siente hacia Carmen. Y esa no es una mirada normal, sino teñida de toda la intencionalidad y el artificio de su sentimiento. El mundo parecerá pararse, desdibujarse y desenfocarse para solamente tener foco en la propia Carmen, en una mano tendida, en un pendiente en forma de pajarillo que se desdibuja entre una mata de pelo, en unos zapatos sucios llenos de polvo.

Desde el primer momento el equipo creativo de la película supo que tenían que trabajar desde la verdad. En el mundo gitano apenas hay actores o actrices. Muy pocos se atreven a seguir ese camino. Esa era su gran apuesta, buscar en su comunidad dos adolescentes que se atrevieran a interpretar estos personajes a pesar de la marginación que les podría ocasionar el haber rodado la película. Buscaron en mercadillos de venta ambulante, en barriadas, asociaciones, en la misma calle. En un durísimo casting que duró 6 meses, llegaron a ver a más de 1000 gitanos. Por fin encontraron a su Lola y Carmen.

Lola esta interpretada por ZAIRA ROMERO, una adolescente de 16 años que es “mestiza”, mezcla de gitana y paya. Jamás había estado delante de una cámara, pero irradia veracidad en cada frase que pronuncia. ROSY RODRÍGUEZ da vida a carmen, la otra protagonista de la película. Rosy apareció en el casting cuando estában a punto de tirar la toalla. Su numero era el 897. Con 17 años, se había casado a los 15 y abandonó a su marido 6 meses después. Por ese motivo dentro de la comunidad gitana ya es una “mal casada”.

Sólo un personaje de la película está interpretado por un actor profesional. El resto son 150 gitanos sin ninguna experiencia previa delante de la cámara.


En el mundo gitano la música es importantísima. Es el día a día de su vida. Está en todos los momentos, eventos, celebraciones o reuniones. La música gitana recoge los sonidos de la India y de todos los países que atravesaron los gitanos hasta España, con influencias iraníes, turcas, balcánicas, griegas, andaluzas... Por eso el silencio para ellos es tristeza. CARMEN Y LOLA tiene Flamenco, música tradicional, música de culto y algún que otro silencio.

El Flamenco es una de las más ricas aportaciones a la cultura universal. Incluso ha sido declarado por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

El personaje de Lola pertenece orgullosa al coro del Culto de su barrio. La música en sus celebraciones, al más puro estilo Gospel, es parte vital del rito. Los temas del culto, siempre versados en la Biblia y en la palabra de Dios, se asemejan más a bulerías y fandangos de lo que nos imaginamos. Muchas veces, si no supiéramos que es música de iglesia pensaríamos que se trata de canciones de amor. El gitano le canta a Dios como si fuera un hombre de carne y hueso y su relación es muy parecida a la de una pareja a la que se le ama con amor y respeto.

CARMEN Y LOLA está producida por TVTEC Servicios Audiovisuales, con la colaboración de Orange España, Comunidad de Madrid e ICAA, cuenta con la distribución internacional de Latido y será Distribuida en España por Super 8 Distribución.

CARMEN Y LOLA - Zaira Romero y Rosy Rodrigez CARMEN Y LOLA - protagonistas

2 comentarios :

  1. Tiene que estar bien la película, pero tenéis que rectificar en lo de la actriz Zaira Romero, merchero es otra etnia ,no tiene mezcla de gitano y payo y la muchacha es gitana y paya es mezclá no es merchera. Y lo digo yo que soy merchera no hablo desde la ignorancia

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    1. Rectificado. Muchas gracias por la aportación. Un saludo!

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