A24, la productora de 'Moonlight', ganadora del oscar® a mejor película 2016, nos presenta 'Llega de noche', película dirigida y escrita por Trey Edward Shults, ambientada en un mundo posapocalítico cargado de pánico y desconfianza.
Trey Edward Shults, que debutó en 2015 con la aclamada y premiada película de bajo presupuesto 'Krisha', protagonizada por la propia familia del director, regresa con este thriller de terror psicológico. Una película que narra cómo un adolescente se enfrenta a horrores cada vez peores, externos e internos, tras un cataclismo innombrable.
Travis (Kelvin Harrison, Jr.), tiene 17 años y vive en una casa tan segura como desoladora, con sus protectores padres (Joel Edgerton y Carmen Ejogo), siempre armados y vigilantes.
Se debate entre el miedo, el dolor y la paranoia, cuando una joven pareja desesperada (Christopher Abbott y Riley Keough) irrumpe con su hijo en busca de refugio.
Las familias empiezan a convivir, y aunque ambas parecen tener buenas intenciones, el pánico y la desconfianza crecen según el horror del mundo exterior se adentra en su hogar. Una amenaza en absoluto comparable a la que crece en el interior, donde un padre es capaz de renunciar a su alma por proteger a su familia.
Joel Edgerton (“Loving”, “El Gran Gatsby”), Christopher Abbott (“James White”, “Girls”), Riley Keough (“American Honey”, “The Girlfriend Experience”) y Carmen Ejogo (“Selma”), interpretan, junto a Kelvin Harrison Jr. (“El nacimiento de una nación”), este impactante thriller que llega a los cines españoles el próximo 28 de julio.
Tras su premiada “Krisha”, el guionista y director Trey Edward Shults revisita la temática de la familia, y más específicamente de las familias que se enfrentan a violentas energías que vienen tanto del exterior, como del interior. En este thriller de terror psicológico, una plaga desconocida ha perturbado la vida en EE.UU. a escala inimaginable. Confinados en una casa en el campo desde el comienzo de la historia, los miembros de una familia acaban con la vida de una persona mayor, afectada por la misteriosa enfermedad. Este asesinato caritativo traumatiza profundamente al hijo adolescente de la familia, Travis, pero a pesar de ello hace todo lo posible para sobrellevar esta realidad.
Travis lidia, además, cada día, con la amenazadora presencia de su padre, bienintencionado pero sobreprotector. “Llega de noche” es el sueño febril de una dinámica familiar compleja, que indaga en las fuerzas que invaden y amenazan los delicados vínculos de las personas implicadas.
“Krisha” ganadora de los premios del Gran Jurado y del Público en el Festival South by Southwest del 2015, y seleccionada para participar en la selección oficial de la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes, narró la historia del regreso de una mujer con su familia a Houston, años después de ser abandonada. Ambientada en una turbulenta cena de Acción de Gracias, Shults dio los papeles clave a miembros de su propia familia, convirtiendo una película casera en una espléndida película de terror psicológico, con matices de tragedia griega. “Llega de noche” no es menos personal en su faceta doméstica, pero se atreve a salir fuera del hogar y construye una tensión que aumenta tras la llegada disruptiva de otra familia, que busca refugiarse del cataclismo exterior.
Los fans de “Krisha” la definieron como una película de terror en la que Shults examina las dimensiones psicológicas de una personalidad que se hunde. La película pasaba del humor oscuro al patetismo profundo, y alcanzaba la intensidad de un film de terror cuando el protagonista gradualmente iba perdiendo el control. “Llega de noche” es una película de terror ambientada en un medio similar de disfunción familiar, y captura, a su vez , una amplia gama de emociones según sus personajes van sufriendo un colapso más expansivo. “
“Krisha” estaba influenciada visualmente por las películas de terror, y ésta además lo es”, explica Shults. “Pero más que una película de terror con un aspecto emocional, “Llega de noche” es una historia sobre temas graves: la muerte, el miedo y el arrepentimiento”.
Shults adopta una atmósfera totalmente diferente para su segundo largometraje, a una escala mayor. Para ello emplea a experimentados profesionales, como Joel Edgerton, Christopher Abbott (“James White”, “Girls”) y Riley Keough (“American Honey”, “The Girlfriend Experience”), así como el talento emergente Kelvin Harrison, Jr. (“El nacimiento de una nación”), quien aporta una conmovedora dimensión a un protagonista que lucha por negociar la delgada línea que separa la comodidad y seguridad de su casa, con la locura caótica del mundo exterior, donde la muerte llega en cualquier momento.
Como su anterior cinta, “Llega de noche” expone el trastorno que sobreviene a una familia cuando aparece una fuerza intrusiva, en este caso otra familia. Tras un violento intento de invasión, en la que el patriarca vigilante (Edgerton) se topa con un joven que merodea en busca de agua, (Christopher Abbott), la familia poco a poco se abre al intruso, a su esposa y a su hijo. Dos familias diferentes: una de clase media, raza mixta, suburbana, multi generacional y profundamente arraigada a su hogar rural, y otra de clase obrera, liberal, itinerante y huyen del caos en Nueva York.
La joven pareja de Brooklyn contrasta con los padres del adolescente, ya que se muestran abiertamente cariñosos con su hijo pequeño. Un encuentro a medianoche entre Travis y uno de los recién llegados, amenaza con destruir la frágil nueva armonía. “Llega de noche” es un estallido de horrores psicológicos y literales.
Shults comenzó a escribir “Llega de noche” en 2014. Durante ese tiempo perdió a su padre, tras una larga batalla contra la adicción. Tras un distanciamiento de siete años, Shults se reconcilió con él en su lecho de muerte, algo que se convirtió en una poderosa inspiración para la siguiente película del cineasta. “Estaba muy triste por la forma en que había vivido su vida, así que todo lo que yo podía hacer era tratar de ayudarle a encontrar la paz antes de morir”, explica Shults. “Todo esto alimentó mis propios temores sobre la muerte. Mi mayor miedo es arrepentirme en mi lecho de muerte”. Estas preocupaciones llevaron a Shults a investigar más ampliamente las relaciones entre padres e hijos y a pensar en cómo una generación más joven puede superar lo que ellos ven como los errores de sus padres.
Quise transformar la tragedia de perder a un padre en una reflexión personal que alimentara la película. “Llega de noche” comienza con la imagen indeleble de un anciano en su lecho de muerte al que consuela su hija Sarah (Carmen Ejogo) antes de ser llevado a un agujero en el bosque y ser ejecutado por el patriarca de la familia, Paul (Joel Edgerton).
Su cuerpo es arrojado a una tumba poco profunda y quemado mientras Sarah y Travis observan con tristeza desde lejos. “Lo que Sarah le dice a su padre antes de que Paul lo saque de su miseria para proteger a la familia, es exactamente lo mismo que yo le dije a mi padre cuando estaba muriendo”, explica Shults. “El resto de la película surgió de esa singular imagen”.
“Llega de noche” hace uso de todo, desde la fotografía al diseño de producción, pasando por los efectos de sonido y banda sonora, para plasmar la psique torturada de Travis. “Con “Krisha” me adentré en un delirio subjetivo donde algunas cosas suceden realmente y otras no”, explica Shults. “Ocurre lo mismo con Travis: no siempre sabes de dónde viene, o incluso lo que está experimentando, porue todo es caos”.
El mundo de Travis cobra vida en una sinfonía de artesanía cinematográfica, con Shults colaborando entre bastidores con algunos de los talentos más punteros y reconocidos de la industria. Shults fusiona el cuidado trabajo de cámara del cineasta nacido en Texas Drew Daniels, con la banda sonora propulsora de Brian McOmber (ambos habían ya colaborado con Shults anteriormente) y con el diseño de producción misterioso y claustrofóbico de Karen Murphy, que trabajó anteriormente con Baz Luhrmann en “Moulin Rouge” y “El Gran Gatsby”. Así, convierten “Llega de noche” en una película de terror emocional muy singular, llena de sensaciones, amenazas y caos.
Los espectadores de “Krisha” reconocerán algunos planos en oscuros pasillos con retratos y recuerdos de la familia, que marcan los temas del legado y la herencia, claves en el trabajo de Shults. Travis observa constantemente desde la distancia, atisbando desde esquinas o agujeros en la pared, curioseando, mientras asume íntimamente el peso de su propia herencia.
“Llega de noche” profundiza en los horrores que ya están en nosotros, ya provengan de nuestros padres u otros miembros de la familia, o existan a raíz del trance que supone la adolescencia, con sus conflictos, impulsos, incertidumbres y miedos. “Travis está intentando encontrar su lugar en el mundo”, dice Shults. “Está descubriendo el tipo de persona que quiere ser, pero también sirve de aprendizaje sobre cómo perder la humanidad: el miedo y la incertidumbre pueden destruir a alguien desde dentro, y ese destino puede llegar a ser peor que la muerte”.
Travis es una persona en proceso de aprendizaje. Observa las señales que emite la gente que lo rodea, incluido su propio padre, cuya versión de la masculinidad choca con la autoimagen de Travis. También la familia de Will, más abierta y relajada, y cuya introducción en el hogar complica la dinámica existente. Algunos de los momentos de suspense más eficaces en “Llega de noche” derivan de la batalla personal de Travis sobre quién quiere llegar a ser. ¿Se convertirá en una bomba de relojería como Paul, quien hará lo que haga falta para proteger a su familia, o se contagiará de la nueva energía de la familia de Will (incluida Kim, por quien Travis comienza a sentir algo especial)? ¿Es posible que ambas influencias construyan su identidad a pesar de la confusión y el malestar que le rodea?
Las luchas de Travis, ya sean subjetivas o externas, se convierten en pesadillas en “Llega de noche”. "Esta película trata sobre cómo Travis enfrenta a sus demonios y procesa el trauma de este mundo”, explica Shults. “Él está luchando contra su propio subconsciente desde el momento en que abre la puerta roja al final del pasillo y ve a su abuelo agonizando por la enfermedad”. Al final, el viaje de Travis consiste en averiguar cómo gestionar lo que más le aterroriza: él mismo, su propia familia, y la muerte.
“Llega de noche” también explora los profundos vínculos entre padre e hijo, llevados al límite debido a las fuerzas invasoras internas y externas a la familia. En el papel de Paul, Edgerton ofrece una interpretación demoledora de un diligente progenitor que pone a su familia por delante de todo, cuando aparentemente no hay nada más. Meticulosamente preparado, y casi cautelosamente maniático en sus esfuerzos por preservar la paz doméstica en medio de un caos inminente, vemos en varias ocasiones, al antiguo profesor de Historia de instituto dando clase a su único hijo. Paul emplea un tipo de amor duro que frecuentemente acaba en agresión cáustica, haciendo de este personaje una figura compleja con muchas capas engañosas: una bomba de relojería con buenas intenciones.
Con su advertencia de que “no se puede confiar en nadie más que en la familia”, Paul experimenta una devastadora transformación en el transcurso de la película: pasa de ser la fuerza protectora a un cabeza de familia mustio. Su personaje refleja una crisis de poder, de masculinidad y de paternidad que se hacen eco de la propia sensación personal de Shults a raíz de la muerte de su padre.
“He estado dándole muchas vueltas a la cuestión de poner a la familia ante todo, desde antes de comenzar a escribir ambas películas”, comenta Shults. “Uno de los subtextos de esta película es el conflicto que surge cuando a alguien se le presiona para que siga los mismos pasos que sus padres”. Otro subtexto es el fracaso de la paternidad (específicamente la paternidad), personificado en las luchas de Paul y Will para proteger a sus hijos.
A base de fuerza bruta, Edgerton da vida a un personaje inolvidable que se esfuerza por ser un buen marido, padre y modelo para su hijo en unas circunstancias tremendamente difíciles. Cuando Travis comienza a cuestionar el poder de su padre, y la presencia de Will y Kim socava sutilmente su territorio, a Paul le corroe la paranoia.
Shults, que continúa su agudo examen de la agitación psicológica que brota en las familias bajo presión, muestra en Paul otra personalidad asediada que, como Krisha antes que él, llega a encarnar una grandeza trágica con motivo de sus fallidos métodos de crianza.
Shults vivía en la misma casa de Houston que sirvió como set de rodaje de “Krisha” , mientras escribía “Llega de noche”, y trabajaba intermitentemente para un miembro de la familia que albergaba instintos y hábitos de supervivencia. Shults tuvo que comprar armas y alimentos preparados para almacenarlos en el caso de cataclismo, y tuvo que pensar en posibles escenarios del día del juicio final donde proteger a la familia y ayudar o albergar a otros udiera convertirse en un dilema aterrador. “Mientras almacenaba suministros, escuchaba sus miedos sobre el mundo y lo que iba a llegar”, explica Shults. “A mí no me apasiona el tema del fin del mundo, pero la idea de disminuir los recursos y la sociedad yéndose al garete me aterrorizó”.
Shults optó por no revelar ciertos elementos distópicos de la historia. Por ejemplo, no sabemos qué le ha ocurrido a la sociedad en “Llega de noche”, y las víctimas sólo se insinúan cuando la familia de Will aparece y se instala en el meticulosamente ordenado mundo de Paul. “No sabemos qué hay por ahí, se ha extendido una especie de epidemia”, dice Shults. “La única pista que se da es la pintura de Brueghel en la habitación de Travis. Pero el hecho de que todo vaya tan mal en el interior de la casa nos da una idea del horror que sucede en el resto del mundo. Creo que es inevitable que nos autodestruyamos, así que me interesaban más las personas que sufren ese tipo de acontecimientos que el mundo en sí. Me interesa más colocar a la gente en situaciones tensas y observar qué sucede”.
La faceta apocalíptica de “Llega de noche” se inspiró en varias obras del pintor renacentista Pieter Breughel, como “El Triunfo de la Muerte”, que retrata la peste de 1562. Este cuadro aparece al principio de la película como un presagio del delirio de Travis. A Shults le fascinan profundamente los infiernos de Breughel, ya presentes en “Krisha”. A día de hoy, las impresiones de Breughel siguen colgando en las paredes del dormitorio de Shults, y pesan mucho en su visión cinematográfica. “El trabajo de Breughel, con todo ese fuego, destrucción y cadáveres, siempre ha sido una gran sinspiración para mí”, dice Shults. “Cuando me imaginaba la atmósfera de “Llega de noche”, pensaba en la casa de mis abuelos, pero mi interés por esos paisajes va más allá de lo literal”.
“Llega de noche” se rodó en el Estado de Nueva York, en una zona amplia que integra la colonia del artista Byrdcliffe cerca de Woodstock. El sitio tenía muchos cuartos de campesinos, donde Paul alberga a la familia de Will en la película, y resultó ser un escenario ideal para la vida doméstica que Shults imagina amenazada por un apocalipsis invisible. Gran parte de la historia ocurre en un solo lugar, en una serie de pasillos y habitaciones que con el tiempo se convierten en el campo de batalla para las dos familias que terminan declarándose una guerra física y también psicológica. “En mi anterior película, el foco central era una persona que regresa después de haber estado lejos mucho tiempo”, explica Shults. “Pero esto fue lo contrario: comenzamos con una familia antes de que los extraños aparezcan, y luego observamos qué ocurre entre ellos. Me interesa confinar a los personajes en un lugar y ver qué es lo que estalla”.
Para su anterior película, Shults contrató como actores a sus familiares reales, incluida su tía Krisha Fairchild, pero tras el éxito, en su siguiente película, Shults optó por trabajar con actores consolidados: Gracias a su amigo Jeff Nichols, escritor y director de “Loving”, “Midnight Special” y “Mud”, Shults confió en Joel Edgerton para el papel de Paul, el profesor de Historia convertido en superviviente. Edgerton a su vez recomendó a su amigo Christopher Abbott para el papel de Will, el mecánico de clase obrera que hace todo lo posible para llevarse bien con Paul, hasta que un aterrador enfrentamiento amenaza con destruir ambas familias.
Además, Shults escogió a Riley Keough para el papel de la esposa de Will, Kim, una ama de casa de Brooklyn que se convierte en refugiada, tras verla en la aclamada serie “The Girlfriend Experience”. “Pensé que era un papel increíble y desafiante”, señala Shults.
Gracias a la experimentada directora de casting Avy Kaufman, responsable del casting de películas de Ang Lee, Robert Redford, Ridley Scott, Steven Spielberg y Michael Mann, Shults encontró a Kelvin Harrison, Jr. después de ver a decenas de jóvenes actores. “Tuvimos una entrevista por Skype y de inmediato supe que sería él”, dice Shults. “Traté de ver si podía llorar cuando yo se lo dijera, y no podía), pero aun así algo me decía que era Travis, a pesar de que él estaba seguro de que no obtendría el papel. Tenía algo, era diferente, con una calidad tortuosa en algunos momentos que lo hacían más interesantes que otros chicos”.
Harrison sufre muchísimo en el papel de Travis, ya que ve a su abuelo morir al principio de la película, lucha luego contra el control opresivo de su padre, y se sumerge progresivamente en el engaño y la locura. “El personaje de Travis es extremadamente tortuoso”, explica Shults. “La película fluctúa entre lo horrible de lo que está viviendo y sus tremendas pesadillas, y en medio de todo eso él trata de descubrir qué camino tomar para sobrevivir”.
Trey Edward Shults, que debutó en 2015 con la aclamada y premiada película de bajo presupuesto 'Krisha', protagonizada por la propia familia del director, regresa con este thriller de terror psicológico. Una película que narra cómo un adolescente se enfrenta a horrores cada vez peores, externos e internos, tras un cataclismo innombrable.
Travis (Kelvin Harrison, Jr.), tiene 17 años y vive en una casa tan segura como desoladora, con sus protectores padres (Joel Edgerton y Carmen Ejogo), siempre armados y vigilantes.
Se debate entre el miedo, el dolor y la paranoia, cuando una joven pareja desesperada (Christopher Abbott y Riley Keough) irrumpe con su hijo en busca de refugio.
Las familias empiezan a convivir, y aunque ambas parecen tener buenas intenciones, el pánico y la desconfianza crecen según el horror del mundo exterior se adentra en su hogar. Una amenaza en absoluto comparable a la que crece en el interior, donde un padre es capaz de renunciar a su alma por proteger a su familia.
Joel Edgerton (“Loving”, “El Gran Gatsby”), Christopher Abbott (“James White”, “Girls”), Riley Keough (“American Honey”, “The Girlfriend Experience”) y Carmen Ejogo (“Selma”), interpretan, junto a Kelvin Harrison Jr. (“El nacimiento de una nación”), este impactante thriller que llega a los cines españoles el próximo 28 de julio.
Tras su premiada “Krisha”, el guionista y director Trey Edward Shults revisita la temática de la familia, y más específicamente de las familias que se enfrentan a violentas energías que vienen tanto del exterior, como del interior. En este thriller de terror psicológico, una plaga desconocida ha perturbado la vida en EE.UU. a escala inimaginable. Confinados en una casa en el campo desde el comienzo de la historia, los miembros de una familia acaban con la vida de una persona mayor, afectada por la misteriosa enfermedad. Este asesinato caritativo traumatiza profundamente al hijo adolescente de la familia, Travis, pero a pesar de ello hace todo lo posible para sobrellevar esta realidad.
Travis lidia, además, cada día, con la amenazadora presencia de su padre, bienintencionado pero sobreprotector. “Llega de noche” es el sueño febril de una dinámica familiar compleja, que indaga en las fuerzas que invaden y amenazan los delicados vínculos de las personas implicadas.
“Krisha” ganadora de los premios del Gran Jurado y del Público en el Festival South by Southwest del 2015, y seleccionada para participar en la selección oficial de la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes, narró la historia del regreso de una mujer con su familia a Houston, años después de ser abandonada. Ambientada en una turbulenta cena de Acción de Gracias, Shults dio los papeles clave a miembros de su propia familia, convirtiendo una película casera en una espléndida película de terror psicológico, con matices de tragedia griega. “Llega de noche” no es menos personal en su faceta doméstica, pero se atreve a salir fuera del hogar y construye una tensión que aumenta tras la llegada disruptiva de otra familia, que busca refugiarse del cataclismo exterior.
Los fans de “Krisha” la definieron como una película de terror en la que Shults examina las dimensiones psicológicas de una personalidad que se hunde. La película pasaba del humor oscuro al patetismo profundo, y alcanzaba la intensidad de un film de terror cuando el protagonista gradualmente iba perdiendo el control. “Llega de noche” es una película de terror ambientada en un medio similar de disfunción familiar, y captura, a su vez , una amplia gama de emociones según sus personajes van sufriendo un colapso más expansivo. “
“Krisha” estaba influenciada visualmente por las películas de terror, y ésta además lo es”, explica Shults. “Pero más que una película de terror con un aspecto emocional, “Llega de noche” es una historia sobre temas graves: la muerte, el miedo y el arrepentimiento”.
Shults adopta una atmósfera totalmente diferente para su segundo largometraje, a una escala mayor. Para ello emplea a experimentados profesionales, como Joel Edgerton, Christopher Abbott (“James White”, “Girls”) y Riley Keough (“American Honey”, “The Girlfriend Experience”), así como el talento emergente Kelvin Harrison, Jr. (“El nacimiento de una nación”), quien aporta una conmovedora dimensión a un protagonista que lucha por negociar la delgada línea que separa la comodidad y seguridad de su casa, con la locura caótica del mundo exterior, donde la muerte llega en cualquier momento.
Como su anterior cinta, “Llega de noche” expone el trastorno que sobreviene a una familia cuando aparece una fuerza intrusiva, en este caso otra familia. Tras un violento intento de invasión, en la que el patriarca vigilante (Edgerton) se topa con un joven que merodea en busca de agua, (Christopher Abbott), la familia poco a poco se abre al intruso, a su esposa y a su hijo. Dos familias diferentes: una de clase media, raza mixta, suburbana, multi generacional y profundamente arraigada a su hogar rural, y otra de clase obrera, liberal, itinerante y huyen del caos en Nueva York.
La joven pareja de Brooklyn contrasta con los padres del adolescente, ya que se muestran abiertamente cariñosos con su hijo pequeño. Un encuentro a medianoche entre Travis y uno de los recién llegados, amenaza con destruir la frágil nueva armonía. “Llega de noche” es un estallido de horrores psicológicos y literales.
Shults comenzó a escribir “Llega de noche” en 2014. Durante ese tiempo perdió a su padre, tras una larga batalla contra la adicción. Tras un distanciamiento de siete años, Shults se reconcilió con él en su lecho de muerte, algo que se convirtió en una poderosa inspiración para la siguiente película del cineasta. “Estaba muy triste por la forma en que había vivido su vida, así que todo lo que yo podía hacer era tratar de ayudarle a encontrar la paz antes de morir”, explica Shults. “Todo esto alimentó mis propios temores sobre la muerte. Mi mayor miedo es arrepentirme en mi lecho de muerte”. Estas preocupaciones llevaron a Shults a investigar más ampliamente las relaciones entre padres e hijos y a pensar en cómo una generación más joven puede superar lo que ellos ven como los errores de sus padres.
Quise transformar la tragedia de perder a un padre en una reflexión personal que alimentara la película. “Llega de noche” comienza con la imagen indeleble de un anciano en su lecho de muerte al que consuela su hija Sarah (Carmen Ejogo) antes de ser llevado a un agujero en el bosque y ser ejecutado por el patriarca de la familia, Paul (Joel Edgerton).
Su cuerpo es arrojado a una tumba poco profunda y quemado mientras Sarah y Travis observan con tristeza desde lejos. “Lo que Sarah le dice a su padre antes de que Paul lo saque de su miseria para proteger a la familia, es exactamente lo mismo que yo le dije a mi padre cuando estaba muriendo”, explica Shults. “El resto de la película surgió de esa singular imagen”.
“Llega de noche” hace uso de todo, desde la fotografía al diseño de producción, pasando por los efectos de sonido y banda sonora, para plasmar la psique torturada de Travis. “Con “Krisha” me adentré en un delirio subjetivo donde algunas cosas suceden realmente y otras no”, explica Shults. “Ocurre lo mismo con Travis: no siempre sabes de dónde viene, o incluso lo que está experimentando, porue todo es caos”.
El mundo de Travis cobra vida en una sinfonía de artesanía cinematográfica, con Shults colaborando entre bastidores con algunos de los talentos más punteros y reconocidos de la industria. Shults fusiona el cuidado trabajo de cámara del cineasta nacido en Texas Drew Daniels, con la banda sonora propulsora de Brian McOmber (ambos habían ya colaborado con Shults anteriormente) y con el diseño de producción misterioso y claustrofóbico de Karen Murphy, que trabajó anteriormente con Baz Luhrmann en “Moulin Rouge” y “El Gran Gatsby”. Así, convierten “Llega de noche” en una película de terror emocional muy singular, llena de sensaciones, amenazas y caos.
Los espectadores de “Krisha” reconocerán algunos planos en oscuros pasillos con retratos y recuerdos de la familia, que marcan los temas del legado y la herencia, claves en el trabajo de Shults. Travis observa constantemente desde la distancia, atisbando desde esquinas o agujeros en la pared, curioseando, mientras asume íntimamente el peso de su propia herencia.
“Llega de noche” profundiza en los horrores que ya están en nosotros, ya provengan de nuestros padres u otros miembros de la familia, o existan a raíz del trance que supone la adolescencia, con sus conflictos, impulsos, incertidumbres y miedos. “Travis está intentando encontrar su lugar en el mundo”, dice Shults. “Está descubriendo el tipo de persona que quiere ser, pero también sirve de aprendizaje sobre cómo perder la humanidad: el miedo y la incertidumbre pueden destruir a alguien desde dentro, y ese destino puede llegar a ser peor que la muerte”.
Travis es una persona en proceso de aprendizaje. Observa las señales que emite la gente que lo rodea, incluido su propio padre, cuya versión de la masculinidad choca con la autoimagen de Travis. También la familia de Will, más abierta y relajada, y cuya introducción en el hogar complica la dinámica existente. Algunos de los momentos de suspense más eficaces en “Llega de noche” derivan de la batalla personal de Travis sobre quién quiere llegar a ser. ¿Se convertirá en una bomba de relojería como Paul, quien hará lo que haga falta para proteger a su familia, o se contagiará de la nueva energía de la familia de Will (incluida Kim, por quien Travis comienza a sentir algo especial)? ¿Es posible que ambas influencias construyan su identidad a pesar de la confusión y el malestar que le rodea?
Las luchas de Travis, ya sean subjetivas o externas, se convierten en pesadillas en “Llega de noche”. "Esta película trata sobre cómo Travis enfrenta a sus demonios y procesa el trauma de este mundo”, explica Shults. “Él está luchando contra su propio subconsciente desde el momento en que abre la puerta roja al final del pasillo y ve a su abuelo agonizando por la enfermedad”. Al final, el viaje de Travis consiste en averiguar cómo gestionar lo que más le aterroriza: él mismo, su propia familia, y la muerte.
“Llega de noche” también explora los profundos vínculos entre padre e hijo, llevados al límite debido a las fuerzas invasoras internas y externas a la familia. En el papel de Paul, Edgerton ofrece una interpretación demoledora de un diligente progenitor que pone a su familia por delante de todo, cuando aparentemente no hay nada más. Meticulosamente preparado, y casi cautelosamente maniático en sus esfuerzos por preservar la paz doméstica en medio de un caos inminente, vemos en varias ocasiones, al antiguo profesor de Historia de instituto dando clase a su único hijo. Paul emplea un tipo de amor duro que frecuentemente acaba en agresión cáustica, haciendo de este personaje una figura compleja con muchas capas engañosas: una bomba de relojería con buenas intenciones.
Con su advertencia de que “no se puede confiar en nadie más que en la familia”, Paul experimenta una devastadora transformación en el transcurso de la película: pasa de ser la fuerza protectora a un cabeza de familia mustio. Su personaje refleja una crisis de poder, de masculinidad y de paternidad que se hacen eco de la propia sensación personal de Shults a raíz de la muerte de su padre.
“He estado dándole muchas vueltas a la cuestión de poner a la familia ante todo, desde antes de comenzar a escribir ambas películas”, comenta Shults. “Uno de los subtextos de esta película es el conflicto que surge cuando a alguien se le presiona para que siga los mismos pasos que sus padres”. Otro subtexto es el fracaso de la paternidad (específicamente la paternidad), personificado en las luchas de Paul y Will para proteger a sus hijos.
A base de fuerza bruta, Edgerton da vida a un personaje inolvidable que se esfuerza por ser un buen marido, padre y modelo para su hijo en unas circunstancias tremendamente difíciles. Cuando Travis comienza a cuestionar el poder de su padre, y la presencia de Will y Kim socava sutilmente su territorio, a Paul le corroe la paranoia.
Shults, que continúa su agudo examen de la agitación psicológica que brota en las familias bajo presión, muestra en Paul otra personalidad asediada que, como Krisha antes que él, llega a encarnar una grandeza trágica con motivo de sus fallidos métodos de crianza.
Shults vivía en la misma casa de Houston que sirvió como set de rodaje de “Krisha” , mientras escribía “Llega de noche”, y trabajaba intermitentemente para un miembro de la familia que albergaba instintos y hábitos de supervivencia. Shults tuvo que comprar armas y alimentos preparados para almacenarlos en el caso de cataclismo, y tuvo que pensar en posibles escenarios del día del juicio final donde proteger a la familia y ayudar o albergar a otros udiera convertirse en un dilema aterrador. “Mientras almacenaba suministros, escuchaba sus miedos sobre el mundo y lo que iba a llegar”, explica Shults. “A mí no me apasiona el tema del fin del mundo, pero la idea de disminuir los recursos y la sociedad yéndose al garete me aterrorizó”.
Shults optó por no revelar ciertos elementos distópicos de la historia. Por ejemplo, no sabemos qué le ha ocurrido a la sociedad en “Llega de noche”, y las víctimas sólo se insinúan cuando la familia de Will aparece y se instala en el meticulosamente ordenado mundo de Paul. “No sabemos qué hay por ahí, se ha extendido una especie de epidemia”, dice Shults. “La única pista que se da es la pintura de Brueghel en la habitación de Travis. Pero el hecho de que todo vaya tan mal en el interior de la casa nos da una idea del horror que sucede en el resto del mundo. Creo que es inevitable que nos autodestruyamos, así que me interesaban más las personas que sufren ese tipo de acontecimientos que el mundo en sí. Me interesa más colocar a la gente en situaciones tensas y observar qué sucede”.
La faceta apocalíptica de “Llega de noche” se inspiró en varias obras del pintor renacentista Pieter Breughel, como “El Triunfo de la Muerte”, que retrata la peste de 1562. Este cuadro aparece al principio de la película como un presagio del delirio de Travis. A Shults le fascinan profundamente los infiernos de Breughel, ya presentes en “Krisha”. A día de hoy, las impresiones de Breughel siguen colgando en las paredes del dormitorio de Shults, y pesan mucho en su visión cinematográfica. “El trabajo de Breughel, con todo ese fuego, destrucción y cadáveres, siempre ha sido una gran sinspiración para mí”, dice Shults. “Cuando me imaginaba la atmósfera de “Llega de noche”, pensaba en la casa de mis abuelos, pero mi interés por esos paisajes va más allá de lo literal”.
“Llega de noche” se rodó en el Estado de Nueva York, en una zona amplia que integra la colonia del artista Byrdcliffe cerca de Woodstock. El sitio tenía muchos cuartos de campesinos, donde Paul alberga a la familia de Will en la película, y resultó ser un escenario ideal para la vida doméstica que Shults imagina amenazada por un apocalipsis invisible. Gran parte de la historia ocurre en un solo lugar, en una serie de pasillos y habitaciones que con el tiempo se convierten en el campo de batalla para las dos familias que terminan declarándose una guerra física y también psicológica. “En mi anterior película, el foco central era una persona que regresa después de haber estado lejos mucho tiempo”, explica Shults. “Pero esto fue lo contrario: comenzamos con una familia antes de que los extraños aparezcan, y luego observamos qué ocurre entre ellos. Me interesa confinar a los personajes en un lugar y ver qué es lo que estalla”.
Para su anterior película, Shults contrató como actores a sus familiares reales, incluida su tía Krisha Fairchild, pero tras el éxito, en su siguiente película, Shults optó por trabajar con actores consolidados: Gracias a su amigo Jeff Nichols, escritor y director de “Loving”, “Midnight Special” y “Mud”, Shults confió en Joel Edgerton para el papel de Paul, el profesor de Historia convertido en superviviente. Edgerton a su vez recomendó a su amigo Christopher Abbott para el papel de Will, el mecánico de clase obrera que hace todo lo posible para llevarse bien con Paul, hasta que un aterrador enfrentamiento amenaza con destruir ambas familias.
Además, Shults escogió a Riley Keough para el papel de la esposa de Will, Kim, una ama de casa de Brooklyn que se convierte en refugiada, tras verla en la aclamada serie “The Girlfriend Experience”. “Pensé que era un papel increíble y desafiante”, señala Shults.
Gracias a la experimentada directora de casting Avy Kaufman, responsable del casting de películas de Ang Lee, Robert Redford, Ridley Scott, Steven Spielberg y Michael Mann, Shults encontró a Kelvin Harrison, Jr. después de ver a decenas de jóvenes actores. “Tuvimos una entrevista por Skype y de inmediato supe que sería él”, dice Shults. “Traté de ver si podía llorar cuando yo se lo dijera, y no podía), pero aun así algo me decía que era Travis, a pesar de que él estaba seguro de que no obtendría el papel. Tenía algo, era diferente, con una calidad tortuosa en algunos momentos que lo hacían más interesantes que otros chicos”.
Harrison sufre muchísimo en el papel de Travis, ya que ve a su abuelo morir al principio de la película, lucha luego contra el control opresivo de su padre, y se sumerge progresivamente en el engaño y la locura. “El personaje de Travis es extremadamente tortuoso”, explica Shults. “La película fluctúa entre lo horrible de lo que está viviendo y sus tremendas pesadillas, y en medio de todo eso él trata de descubrir qué camino tomar para sobrevivir”.
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