Víctor Sánchez, recientemente galardonado con el Premio Max Mejor Autoría Revelación 2016 por ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’ (Wichita Co y Tabula Rasa), dirige ‘A España no la va a conocer ni la madre que la parió’, un espectáculo escrito por él mismo y por Lucía Carballal. La producción de los valencianos Wichita Co se estrenó en Madrid a finales del 2015 y se pudo ver en La Zona Kubik. Desde el 5 de mayo, y hasta el 29 de este mes, los espectadores que no tuvieron la oportunidad de disfrutarla lo pueden hacer en Teatro del Barrio, con dos actores que no estuvieron en Kubik, Ana Adams y Albert Pérez, sustituyendo a Silvia Valero y Bruno Tamarit respectivamente. Quedan muy pocas funciones para adentrarse en la España que en 1982 anhelaba un cambio con la llegada de la democracia y en la España de 2018 en la que Podemos se encuentra en el poder al ganar las elecciones de 2016. La ilusión y los sueños en los 80 contrastan con el actual desencanto de la España recibida y del fracaso generacional. Una historia emocionante contada a través de varias generaciones de una misma familia que nos obliga a reflexionar sobre el papel de la izquierda, sobre su pasado y su futuro inmediato. Un montaje necesario con un ejemplar trabajo actoral.
La famosa frase de Alfonso Guerra “Vamos a poner a España que no la va a reconocer ni la madre que la parió” sirvió de inspiración y da título a la obra. El PSOE ganaba las elecciones en 1982, consiguiendo más de 200 diputados en el Congreso gracias a los votos de más de 10 millones de españoles. La euforia era absoluta. ¿Podemos encontrar paralelismos entre la ilusión que se vivió esos años y la que genera en la actualidad un nuevo contexto de renovación política? ¿Se cumplieron las intenciones de Alfonso Guerra? ¿Qué queda de todo esto y cómo lo respiran las nuevas generaciones?
La estructura de la obra se divide en dos partes y gira en torno a dos generaciones de jóvenes en una familia española de izquierdas. En la primera dos hermanos, con sus respectivas parejas, se reúnen el día en que Felipe González gana las elecciones de 1982. Tienen que decidir qué hacer con su madre, una mujer que ha dedicado su vida a la causa comunista y que está convencida de que su partido fue el único que puso resistencia a la dictadura franquista y por lo tanto el que debe estar en el poder. En 2018 se sitúa la segunda parte. Los hijos de aquellos viven en un nuevo contexto de renovación política. La abuela ya ha fallecido y tienen que decidir qué hacer con la casa, un espacio lleno de memoria. El reencuentro servirá para que se reflexione sobre el significado de la izquierda en los ochenta y sobre la izquierda de ahora.
Ana Adams, Carlos Amador, Lorena López, Albert Pérez y Lara Salvador son los actores protagonistas de esta historia. Realizan un trabajo honesto y lleno de matices. Nos hacen reflexionar y a la vez emocionan y divierten.
Descubrí a Wichita Co (Víctor Sánchez, Teresa Juan y Silvia Valero) cuando presentaron en el Frinje 2015 ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’ y quedé absolutamente enamorado de la propuesta. Con ‘A España no la va a conocer ni la madre que la parió’ me ha vuelto a pasar. Enhorabuena.
Aviso a navegantes: El 8 de junio se presenta, en la Sala de la Princesa del María Guerrero ‘Los temporales’, liderado por la dramaturga Lucía Carballal, dentro del proyecto 'Escritos en la escena' y con producción del Centro Dramático Nacional. Un trabajo de investigación dramatúrgica del Laboratorio Rivas Cherif que cuenta con la dirección de Víctor Sánchez y con Lorena López, Carlos Heredia, Mamen García, David Boceta y Nacho Sánchez (‘La piedra oscura’) en el reparto. Con estos mimbres es imposible perdérselo. Nos vemos en el teatro.
La famosa frase de Alfonso Guerra “Vamos a poner a España que no la va a reconocer ni la madre que la parió” sirvió de inspiración y da título a la obra. El PSOE ganaba las elecciones en 1982, consiguiendo más de 200 diputados en el Congreso gracias a los votos de más de 10 millones de españoles. La euforia era absoluta. ¿Podemos encontrar paralelismos entre la ilusión que se vivió esos años y la que genera en la actualidad un nuevo contexto de renovación política? ¿Se cumplieron las intenciones de Alfonso Guerra? ¿Qué queda de todo esto y cómo lo respiran las nuevas generaciones?
La estructura de la obra se divide en dos partes y gira en torno a dos generaciones de jóvenes en una familia española de izquierdas. En la primera dos hermanos, con sus respectivas parejas, se reúnen el día en que Felipe González gana las elecciones de 1982. Tienen que decidir qué hacer con su madre, una mujer que ha dedicado su vida a la causa comunista y que está convencida de que su partido fue el único que puso resistencia a la dictadura franquista y por lo tanto el que debe estar en el poder. En 2018 se sitúa la segunda parte. Los hijos de aquellos viven en un nuevo contexto de renovación política. La abuela ya ha fallecido y tienen que decidir qué hacer con la casa, un espacio lleno de memoria. El reencuentro servirá para que se reflexione sobre el significado de la izquierda en los ochenta y sobre la izquierda de ahora.
Ana Adams, Carlos Amador, Lorena López, Albert Pérez y Lara Salvador son los actores protagonistas de esta historia. Realizan un trabajo honesto y lleno de matices. Nos hacen reflexionar y a la vez emocionan y divierten.
Descubrí a Wichita Co (Víctor Sánchez, Teresa Juan y Silvia Valero) cuando presentaron en el Frinje 2015 ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’ y quedé absolutamente enamorado de la propuesta. Con ‘A España no la va a conocer ni la madre que la parió’ me ha vuelto a pasar. Enhorabuena.
Aviso a navegantes: El 8 de junio se presenta, en la Sala de la Princesa del María Guerrero ‘Los temporales’, liderado por la dramaturga Lucía Carballal, dentro del proyecto 'Escritos en la escena' y con producción del Centro Dramático Nacional. Un trabajo de investigación dramatúrgica del Laboratorio Rivas Cherif que cuenta con la dirección de Víctor Sánchez y con Lorena López, Carlos Heredia, Mamen García, David Boceta y Nacho Sánchez (‘La piedra oscura’) en el reparto. Con estos mimbres es imposible perdérselo. Nos vemos en el teatro.
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