45 años, una película de Andrew Haigh - El amor, la vejez, el perdón y los celos



Solo falta una semana para que Kate y Geoff Mercer celebren el 45 aniversario de su boda. Tienen pensado dar una fiesta y los preparativos van viento en popa. Entonces, Geoff recibe una carta comunicándole que ha sido descubierto el cuerpo de su primer amor, congelado e intacto en un glaciar de los Alpes suizos. Cinco días después, cuando llega el día de la fiesta, puede que ya no quede nada que celebrar.

La película 45 AÑOS (Reino Unido), que llegará a las salas de cine el próximo 18 de diciembre, es el último trabajo del director Andrew Haigh, (Weekend) y está protagonizada por los reconocidos actores ingleses Charlotte Rampling y Tom Courtenay quienes se alzaron con los Osos de Plata a la mejor interpretación femenina y masculina respectivamente del último festival de cine de Berlín. La sensacional interpretación de Charlotte Rampling en el papel protagonista de 45 AÑOS también ha sido reconocida este fin de semana por el jurado de la SEMINCI (Semana internacional de Cine de Valladolid) con el Premio a la Mejor Actriz.

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45 AÑOS indaga en las relaciones de pareja y capta con gran sutileza lo vulnerable que llega a ser un matrimonio cuando se despiertan heridas y celos del pasado. Kate y Geoff Mercer llevan 45 años casados, no han tenido hijos y han decidido dar una fiesta para celebrar su aniversario. Pero Geoff recibe una carta procedente de Suiza que deja atónitos a los dos. Se le comunica que ha sido hallado el cuerpo de Katya, la mujer que fue su novia antes de Kate y que murió al caer en una grieta de un glaciar durante una excursión por los Alpes en 1962. Geoff le explica a Kate que se le considera el pariente más cercano de Katya ya que se comprometieron antes de que ella desapareciese. Kate continúa con los preparativos de la fiesta y la pareja vive momentos de entusiasmo romántico planeándolo todo, pero la creciente preocupación de Geoff por Katya empieza a inquietar a Kate. De hecho, Geoff vuelve a fumar, no para de hablar de los buenos tiempos con su gran amor, busca fotos de Katya en el desván y se queja amargamente de lo mucho que han envejecido sus amigos. Mientras Geoff está en una comida con sus antiguos compañeros, Kate sube al desván y descubre unas diapositivas que le desvelan un secreto. A medida que la fiesta se acerca, la pareja se sumerge cada vez más en el pasado, dejando el futuro en suspenso.

HABLANDO DE LA PELÍCULA

45 AÑOS representa una forma poco habitual de ver las relaciones, la vejez, el perdón y los celos desde la perspectiva de un guionista y director con una profunda percepción de las relaciones humanas. También ofrece las interpretaciones de dos admiradas estrellas del cine británico, Charlotte Rampling y Tom Courtenay. El guión de Andrew Haigh está adaptado a partir del relato 'In Another Country', de David Constantine.

En la esfera del amor romántico, la longevidad suele alabarse como un logro. Regularmente se publican pequeñas noticias de uniones que han sobrevivido a muchas décadas y nunca dejan de atraer efusivos comentarios sobre lo delicioso, maravilloso e inspirador que es el amor duradero. ¿Estas parejas escogieron mejor desde un principio, supieron amar mejor si las comparamos a las que se separan antes? ¿O puede ser que escondieran sus problemas más profundamente y supieran evitar las minas emocionales que pueden estallar inesperadamente incluso en la pareja aparentemente más unida? ¿Incrementa la intimidad con el tiempo? ¿Puede que se rompa de golpe o se erosione lentamente?

La pareja en torno a la que gira la película 45 AÑOS no ha llegado ni mucho menos a la decrepitud. Kate y Geoff están intelectual y físicamente sanos, si exceptuamos la reciente operación a la que se sometió Geoff para instalarle un bypass. Se casaron jóvenes, como era costumbre en los sesenta y llevan más tiempo juntos que muchas parejas más jóvenes y más adversas a comprometerse. Parecen estar muy unidos, pero la película capta con gran agudeza lo vulnerable que llega a ser su matrimonio cuando se despiertan heridas y celos del pasado.


La anterior película del director, la muy aclamada 'Weekend', estrenada en 2011, describe una relación que apenas acaba de comenzar y que puede o no seguir más allá de los dos días indicados en el título. En esta, sin embargo, decide ver el anverso de la medalla, aunque las preguntas son muy similares a las planteadas en la anterior. ¿Cómo se establece la confianza mutua y cómo se expresa el amor? ¿Hasta qué punto podemos acercarnos al otro y hasta dónde debemos funcionar solos?

En muchos aspectos, Kate y Geoff son uno. Ella sabe qué libros empezó a leer Geoff y nunca acabó; él siempre intenta arreglar el lavabo; hablan de vecinos y amigos a su modo. Pero un macabro recordatorio de la vida de Geoff anterior a Kate - el descubrimiento del cuerpo de Katya, que se mató durante una excursión en Suiza hace cincuenta años -, le convierte en un extraño a los ojos de su esposa y subraya sin piedad las diferencias emocionales que les separan. "Una fisura, así se llama, una grieta en la roca", dice Geoff hablando de la falla en la que se cayó Katya, sin imaginar que describe lo que está pasando con su matrimonio en aquel momento. Geoff es ingenuo, sincero, carente de tacto, y como dice su mujer Kate: "Se apasiona demasiado". Y seguirá pisando los sentimientos de su retraída aunque sensible esposa, convencido de que la honradez siempre es lo mejor. Kate, por su parte, se sumirá en los celos más desesperanzados, aquellos que surgen por las personas y las relaciones que desaparecieron hace mucho. "No puedo enfadarme por algo que ocurrió antes de lo nuestro, ¿verdad?", dice, con mucha razón. Pero lo está, y la gama completa de motivos que tiene para estarlo se irán desvelando discretamente al espectador, aunque es posible que Geoff no lo vea.

No abundan las películas acerca de la vejez que no sean sentimentales o paternalistas. 45 AÑOS trata a sus protagonistas como personas que aún están en la flor de la vida y que son vulnerables a los dardos emocionales. Haber escogido a dos iconos de la cultura juvenil británica de antaño, Charlotte Rampling y Tom Courtenay, para encarnar a los dos protagonistas, solo añade más gancho a la película. Cuando Geoff le dice a Kate: "Eras despampanante", no cuesta imaginar a Rampling como la célebre modelo y aspirante a actriz a la que bautizaron como "The Look". Y cuando ella contesta: "Y tú eras tan elegante", vemos a Courtenay en el papel del delgado y apuesto chico malo de La soledad del corredor de fondo y Billy, el embustero. La música pop de los sesenta parece perseguir a Kate - "I Only Want To Be With You", "Young Girl", "Happy Together" - mientras intenta enfrentarse al pasado resucitado de su marido y subraya cruelmente el contraste de las fantasías de juventud con la realidad de hacer que el amor permanezca.


45 AÑOS es una película compasiva, observadora y sutilmente graciosa que estudia con lupa una fase de la vida a menudo menospreciada, caricaturizada o directamente excluida del cine y una vertiente del amor - los celos retrospectivos - tan complicada de describir como difícil de vivir. También vemos a dos grandes intérpretes en sus mejores papeles en mucho tiempo, y confirmar que Andrew Haigh - después de la aclamada serie dramática de la HBO "Looking" - es un guionista y director con una mirada perspicaz y poco común.
Andrew Haigh trabajó como ayudante del montador en películas como 'Gladiator' y 'Black Hawk derribado'. Debutó como guionista y director con el corto "Oil". En 2009 dirigió su primer largometraje, ' Greek Pete', estrenado en el Festival de Cine Lésbico y Gay de Londres y ganador del Premio al Logro Artístico en el Outfest. Saltó a la fama con su segunda película, 'Weekend', presentada en el Festival de Cine SXSW, donde ganó el Premio del Público "Visiones Emergentes", antes de estrenarse en todo el mundo. Recibió numerosos galardones, entre los que destacaremos dos Premios del Cine Independiente Británico, el Premio Evening Standard al Mejor Guión y el Premio de la Crítica de Cine Londinense al Mejor Director Novel. La película fue incluida en muchas listas de "Mejores películas del año", como la confeccionada por el New York Times. Actualmente es productor ejecutivo de la serie "Looking", de HBO, de la que también ha escrito y dirigido diez episodios y de la que, tras su cancelación, estamos a la espera del último episodio especial que cerrara las tramas y despedirá a los personajes.


ENTREVISTA CON EL DIRECTOR ANDREW HAIGH

¿Qué le atrajo del relato y cómo fue el proceso de adaptación?
Me pareció desgarrador ver tambalearse una relación ante el último obstáculo. Como si un recuerdo del pasado, el cuerpo preservado en el hielo durante años, hubiese estado esperando el momento oportuno para sembrar el caos, un callado caos interior. A través de las fisuras de la tierra aparecen dudas y temores, todo lo que no se ha dicho durante años, las emociones reprimidas y escondidas. Es como si la relación entre Kate y Geoff, desde sus cimientos, fuese puesta en duda por una mujer que ya no existe.

El relato original era muy claro y preciso, pero tuve que expandirlo para adaptarlo a la gran pantalla. Además de añadir la fiesta de aniversario, otro gran cambio fue bajar la edad de los protagonistas, de ochenta años para arriba a sesenta y muchos. La historia original transcurre en los años noventa y la historia del pasado tiene que ver con la II Guerra Mundial. Pero quería que Kate y Geoff estuvieran en el momento actual. No me apetecía que tratase de una decisión tomada por una generación desaparecida, sino de las decisiones que deben tomar ahora. Decidí contar la historia únicamente desde el punto de vista de Kate, lo que también difiere del relato original. Hay muchas películas y obras de ficción que tratan de crisis existenciales, pero quería que esta historia tuviera una perspectiva diferente.

¿Puede hablarnos de la relación entre esta película y Weekend?
No cabe duda de que hay una correlación entre ambas. Las dos se interesan por las complejidades de la intimidad entre dos personas, el riesgo que implica exponerse emocionalmente a otra persona, la dificultad de ser realmente sincero acerca de los temores. Me interesa mucho ver cómo las relaciones románticas desvelan quiénes somos y cómo queremos que el mundo nos vea.

La incapacidad de articular ciertas emociones se considera a menudo como algo muy británico. Ya que ha trabajado en Estados Unidos, ¿qué opina?
Creo que hay algo cultural y políticamente conservador en los británicos que impulsa a muchos a esconder sus sentimientos para mantener el statu quo.  Y ocurre sobre todo en la clase media inglesa. Dicho eso, también creo que es muy difícil para cualquiera hablar abiertamente de sus sentimientos porque en la mayoría de casos carecen de lógica, incluso para nosotros. Podemos tenerlos, pero cuesta mucho expresar lo que son. También es un riesgo; compartir los sentimientos más íntimos siempre parece un riesgo.



¿Qué aportó Charlotte al papel y qué tiene de especial como actriz?
Charlotte es una actriz de una inteligencia tremenda. Sabe lo que el público percibe como real y lo que no. Cuando la veo en la pantalla siento una tormenta de emociones debajo de la superficie, detrás de su mirada. Invita a que la observen, pero también desaconseja acercarse. Es algo que me parece del todo real. Hay cosas dentro de nosotros que deben quedarse con nosotros.

¿Y Tom Courtenay?

No solo hay vulnerabilidad en Tom, sino también en su interpretación. En ningún momento quise a un personaje enfadado despotricando contra el mundo entero. Lo he visto demasiado a menudo en la pantalla. Buscaba algo más complejo, más sensible. Es un personaje con sentimientos, no es el malo de la película. Espero que en 45 AÑOS no haya villanos, solo personas que intentan entender.

La historia de ambos como iconos de los años sesenta está presente en la película mediante la música pop. ¿Es algo que ha hecho intencionadamente para que el público se dé cuenta?
Siempre tuve la esperanza de que sus historias estuviera presentes de un modo sutil. En parte, la película trata de la esperanza que vivieron en el pasado, de nuestro potencial en la juventud y de saber que estos actores, de jóvenes, aportaron esperanza. Y esto entraña cierta melancolía, un sentimiento que me interesa mucho. A veces pienso que la melancolía que despierta el pasado se refiere más a los fallos y decepciones del presente que al pasado propiamente dicho.

Hay algo en su relación en la pantalla que parece muy real y, a la vez, poco habitual en personas de su edad. Se tiene la sensación de que siguen creciendo como personas. ¿Puede decirnos hasta qué punto estaba en el guión, o si apareció mientras filmaba y la interpretación tuvo mucho que ver?

Era mi intención desde el principio. No creo que la gente deje de buscar respuestas porque se haga mayor. Se piensa que en la treintena debemos haberlo aclarado todo, saber quiénes somos. Pero estoy seguro de que, para la gran mayoría, la vida no funciona así. Cambiamos constantemente, evolucionamos, y siempre hay más preguntas. Si no es así, debería serlo.

¿Qué opina de los celos de Kate, son racionales o no?

Siento una enorme simpatía por Kate. Desde luego, sus sentimientos son irracionales, pero también se dirigen a algo más profundo y desconcertante. Como si, al verse obligada a centrarse en su relación con Geoff, hubiera sentido una náusea que no consigue superar. Se siente rechazada, tiene celos, pero también se cuestiona toda su vida. Al detenerse a pensar en el edificio que ha construido durante esos años, carece de sentido. Se ha derrumbado y no está segura de si sabe cómo levantarlo de nuevo.

Las referencias a la naturaleza añaden una capa muy poética. La tierra esconde secretos, cosas que se hacen invisibles, pero que no desaparecen. ¿Quiere añadir algo a esto?
Me parece obvio que lo ocurrido en el pasado, lo que enterramos bajo la superficie, siempre permanece. Y no me refiero solo a cosas importantes, a acontecimientos dramáticos en nuestras vidas, sino a los detalles pequeños y mundanos que pueblan nuestra existencia. A menudo lo ignoramos, intentamos vivir en el presente, pero no es fácil. El desván esta cada vez más lleno y si no tenemos cuidado, las vigas pueden ceder bajo tanto peso y dejar un buen lío en el suelo de la alcoba.

El comienzo de la película es muy tranquilo a pesar de la intensidad de los sentimientos. ¿Puede hablarnos de algunas decisiones estéticas?
Me parecía importante que la película empezara sin aspavientos y siguiera así. No se trata de grandes traumas saliendo a la luz, sino de cosas pequeñas, de decisiones, de sentimientos y emociones reprimidas, de lo que no podemos articular. A veces creo que nos esforzamos en no poner demasiada presión en esas fallas con la esperanza de que el suelo no se abra y se nos trague.


LOS ACTORES

CHARLOTTE RAMPLING es sin duda una de las grandes actrices del el cine europeo actual, empezó su carrera cinematográfica en 1964 con 'El knack... y cómo conseguirlo', de Richard Lester. En 1966 encarnó a Meredith en 'La soltera retozona', antes de empezar a trabajar regularmente en el cine inglés, francés e italiano, a veces en papeles controvertidos. En 1969 actuó en 'La caída de los dioses', de Luchino Visconti, y en 1974 en 'El portero de noche', de Liliana Cavani, con Dirk Bogarde.  Se dio a conocer al público estadounidense en 1975 con el remake de 'Adiós, muñeca', película basada en una novela de Raymond Chandler, a la que siguió en 1980 'Recuerdos', de Woody Allen, y en 1982 'Veredicto final', el aclamado drama de Sidney Lumet, con Paul Newman. Entre sus muchas películas destacan 'El corazón del ángel', de Alan Parker; 'Las alas de la paloma', de Ian Softly; 'The Cherry Orchard', de Michael Cacoyannis; 'Caótica Ana', de Julio Medem; 'Lemming', de Domink Moll; 'Hacia el sur', de Laurent Cantet; 'Signs and Wonders', de Jonathan Nossiter, y 'Max mi amor', de Nagisa Oshima. Ha colaborado en numerosas ocasiones con el cineasta François Ozon en 'Bajo la arena' (2001), 'Swimming Pool' (2003), 'Ángel' (2006) y 'Joven y bonita' (2013). Más recientemente ha trabajado en las series "Broadchurch" y "Dexter", en el telefilm "Restless", así como en los largometrajes 'Tren de noche a Lisboa', 'I, Anna', 'Melancolía', 'Nunca me abandones', 'La vida en tiempos de guerra', 'Streetdance 3D', 'El foco de la tempestad,' 'Babylon', 'Boogie Woogie' y 'La duquesa'. Proximamente además de en '45 años', también podremos verla en 'Seance' y 'Waiting for the Miracle to Come'.

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TOM COURTENAY estudió en la Real Academia de Arte Dramático de Londres y debutó profesionalmente en la obra de teatro “La gaviota”, en el Old Vic, por la que fue muy aclamado. A continuación trabajó en “Enrique IV” y “Noche de reyes”, también en el Old Vic, antes de encarnar al protagonista en la obra "Billy, el embustero" (1961), en el Cambridge Theatre. Tuvo un enorme éxito en Londres interpretando al libidinoso Norman en "Las conquistas de Norman", que precedió a su debut en Broadway en 1977 con "Otherwise Engaged", por la que fue nominado a un Tony y a un Premio Drama League. Volvió a ser nominado a un Tony por "The Dresser". Se hizo famoso en la gran pantalla con 'La soledad del corredor de fondo', por la que ganó el BAFTA a la Joven Promesa. Ha sido nominado en cinco ocasiones al Premio de la Academia del Cine Británico, y fue nominado por primera vez a un Oscar en 1965 por 'Doctor Zhivago'. Tiene en su haber numerosos papeles para la gran y pequeña pantalla, entre los que mencionaremos 'Billy, el embustero', 'Rey y patria' (Mejor Actor en el Festival de Venecia), 'One Day in the Life of Ivan Denisovich', 'La sombra del actor' (nominado a un Oscar), 'La horca depende de la gramática', 'El cuarteto' (dirigida por Dustin Hoffman), 'La leyenda de Nicholas Nickleby', la miniserie "Little Dorrit" y el telefilm "A Rather English Marriage". En 2000 publicó sus memorias, "Dear Tom: Letters From Home", y un año después fue nombrado caballero. Acaba de rodar 'Dad's Army' y 'The Legend of Barney Thomson'.

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